Me he exigido demasiado
no tengo más lugar para pensamientos.
Duele el cuello
duele la espalda.
He mirado lo tirano de ese "yo interno milico" diciendo:
Que idiota eres, que poco sabes, que incapaz...
Y le dije: me he cansado de vos, ya no más, no te lo permito.
Las caderas bailaron
se sintió todo mas liviano.
El exigente es pura voz externa
nada mio, todo de alguien más.
Ahi tenes la puerta.
Estefania